miércoles, 27 de noviembre de 2013

Ventajas y desventajas de casarte después de los 40

No existe gran diferencia en los comentarios en general acerca de las ventajas y desventajas sobre contraer matrimonio después de los 40 años. Una encuesta en la Web de EL DEBER, en la que respondieron 515 personas, 266 consideran que hay más desventajas, y 249 que se tiene mayor ventaja.

Relativo
Lo de la edad para casarse ya no es tan importante como antes, los tiempos han cambiado, comenta la profesora Rosa Soliz. “Antes las muchachas deseaban casarse pronto para no quedarse a vestir santos, tener su propio hogar y tener más libertad. Ahora es lo contrario, la juventud, hombres y mujeres, piensa en la profesión, en disfrutar el estado de soltería y postergan todo lo que es matrimonio”, añade.

No hay riesgos
Entre los comentarios recogidos figuran los que hablan de riesgos de convivencia en la pareja, por la avanzada edad, y problemas de relación sexual hablando, por la misma razón.


“En lo que corresponde a la parte sexual, esto queda descartado, no hay problemas, porque ya se ha visto que en la actualidad viene a ser como la mejor parte de la vida por la experiencia y filosofía de vida”, señala el sexólogo Erland Roca.

Entonces el tema podría orientarse a cuál es la mejor edad para casarse. Sobre este particular, el profesor Lorenzo Menacho afirma que eso es algo muy personal, aunque hayan muchos que digan que la etapa ideal es entre los 25 y 35. “¿Por qué no después de los 40, cuando hay mayor visión de la vida? ¿Y por qué no a los 20, tanto hombre y mujer, si se encuentra con alguien que es realmente la pareja para toda la existencia?”, se interroga.

En ese plano se llega a la conclusión de que es un error contraer matrimonio solo porque se piensa que es la edad en que todos se casan, y hay que hacerlo con cualquiera. Pero eso en los tiempos que corren, es una idea desechada.

Más bien es buena época
La sicóloga Ingrid Saavedra, experta en orientación familiar, indica a PARA ELLAS que pese a los cambios físicos y sicológicos inevitables, acompañados de un movimiento en lo laboral, social y económico, los cuarenta tanto en el hombre como la mujer podría representar una oportunidad de evaluar sus desaciertos y consolidar una actitud de mayor equilibrio y una relación afectiva de mayor solidez.

Si bien en distintas culturas, la edad de contraer nupcias se ha ido prolongando, añade, es muy fácil notar que el egocentrismo e inmadurez emocional como efecto de nuestra época de la eterna juventud toman partida antes y después de la elección de la vida que deseamos llevar.

Ellas, las más perjudicadas
Tanto los hombres como las mujeres tienen la ilusión de encontrar su media naranja, escribe Margarita Baumann, directora de la consultora matrimonial For - Ever. Pero, después de los 40 años, ellas son las más perjudicadas al momento de formalizar una relación y soñar con llegar al altar. ¿Por qué?
Baumann considera que las mujeres adultas tienen menos posibilidades de concretar una vida en pareja porque:

1- Estadísticamente hablando, las mujeres son mayoría.

2- Muchas veces están en una mejor posición económica en relación con los hombres.

3- Ellos las quieren más jóvenes.

4- Los hombres son muy exigentes en relación a lo físico (lo que para la mujer no es un valor tan importante al momento de buscar una pareja).

5- Al ser ellas mismas proactivas, necesitan hombres decididos y ellos lo son cada vez menos.

6- Los hombres están concentrados en sí mismos y no registran al otro. Ellas se encuentran con hombres cada vez más narcisistas.

7- Ellos no quieren casarse. Solo quieren ‘estar bien’, disfrutar de a dos, tener salidas, y volver a su casa, donde pueden seguir haciendo sus cosas sin tener que compartir nada y, menos aún, relegar algo de lo propio en bien de la pareja.

Difícil pero no imposible
Descartados los riesgos en el orden sexual el matrimonio después de los 40, se infiere que los problemas que pueden sobrevenir están el orden del comportamiento, de la visión de la vida, de la conducta personal.
Vistas las dificultades, está por el otro lado la importancia de la madurez. Dice Ingrid Saavedra que tantos hombres como mujeres, al margen de poseer la plena capacidad de amar, entregar y satisfacerse a esta edad, ellos encuentran una nueva oportunidad de vivir.

Riesgos
Ingrid Saavedra destaca los siguientes:
-Autoengaño en la relación, no vivir su realidad corporal.
-Menor capacidad y riesgos para procrear.
-En la mujer: Irritabilidad, autosuficiencia.
-En el varón: Ensoñación, evitar centrarse en el aquí y el ahora.

Recomendaciones
-Valorar lo que ha construido hasta el momento.
-Actitud positiva y realista frente a la vida de pareja.
-Trabajar en la autoestima ayudará a pasar por dicha etapa y en la posterior.
-Sostenerse en sus decisiones.
-Comunicar sus emociones, preocupaciones y buscar apoyo ante confusiones y desequilibrios.

Conclusiones
Es casi imposible encontrar un denominador común respecto de la edad y los riesgos en el matrimonio. Si se piensa en lo sexual, es una edad de plenitud para disfrutar. El otro lado es el de la convivencia.
Según los expertos, ciertos factores como las costumbres, creencias y los recursos económicos son determinantes en el establecimiento de la edad ideal para casarse, capacidad de afrontar contratiempos y tolerancia frente a dificultades.
Pero lo que resulta inalterable en una persona, es que el cuerpo con el tiempo nos pasa factura, pero los sentimientos y emociones pueden ser intensos a cualquier edad

Puntualmente

1 La sexóloga Carolina Rivero, que orienta mediante el correo consultas@azucena.com.bo dice que depende de la visión y postura en la vida

2 Indica que si la persona se siente fracasada, encontrará más desventaja, pero si se plantea algo bueno, solo encontrará ventajas.

3 Entre las ventajas es que con la edad existe mayor experiencia sexual, no como entrenamiento. Otro aspecto positivo es que después de los 40 la persona ya sabe controlar las emociones, busca más estabilidad.

4 Entre las desventajas, las mayores preocupaciones y responsabilidades sociales, laborales y económicas pueden impedir que la pareja le asigne la atención que corresponde a la parte sexual, que debería ser lo fundamental.

El único problema es el peso de los años
Mabel Murillo - Maestra jubilada
S­­e ha visto que muchos matrimonios que se formalizaron después de los 40 años, enfrentan mejor los desafíos propios del día a día en cuanto a entendimiento, comprensión, dificultades de salud y sobre todo en lo económico.
He conocido muchos casos en que este tipo de unión que llegó con retraso según el criterio generalizado, tienen más solidez que los que se formaron en la edad juvenil.
Claro que el problema es que si se tiene hijos, les cuesta más a la pareja, por los compromisos laborales y sociales ya asumidos, y además cuando los chicos llegan a ser jóvenes, ellos ya están más allá de los 60 años, y no se disfruta igual del proceso de crecimiento de los retoños, porque sobrevienen los síntomas propios del paso de los años

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