No todas las novias se atreven a llevar un vestido corto el día de su boda, pues el peso de la tradición suele ser abrumador. Sin embargo, las que lo hacen, apuestan por la comodidad, funcionalidad y lo sexis que pueden lucir.
“Muchas novias quedan impactadas con la imagen de un vestido, pero luego tienen problemas para poder movilizarse. Suele pasar con los vestidos muy ceñidos y largos”, explica Álex Fernández, diseñador.
Un vestido corto, en cambio, permitirá que la futura esposa suba escalones y entre y salga de la limosina sin temor a tropezar. “Siempre hay alguien que te pisa la cola y puedes verte muy graciosa caminando o bailando en un traje tubo. El corto es una excelente opción”, agrega.mía presenta algunos modelos que permitirán el efecto de una novia moderna, cómoda y bella.
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