domingo, 21 de septiembre de 2014

Católicos gastan hasta el doble respecto a otras tres religiones

Una buena parte de las parejas que contraen matrimonio por la Iglesia católica colman cada mesa que ocupan sus invitados con por lo menos cuatro botellas de bebidas diferentes. Lo contrario sucede en las fiestas nupciales de los mormones, cristianos o testigos de Jehová, donde se da primacía a otros aspectos.

Diego Cayola, un católico que hace un lustro contrajo nupcias, cuenta que en su fiesta habían unas 300 personas distribuidas en 30 mesas diferentes. Cada decena de invitados tenía a disposición una botella de tequila, una de ron, una de vodka y una de cerveza, además de dos gaseosas diferentes “para mezclar”.

En cada mesa invirtió por lo menos unos 50 dólares, sin considerar que los invitados podían repetir si querían, porque compraron una reserva de bebidas.

“Tanto la familia de mi esposa como la mía son de dar buenos regalos. Nos regalaron cocina, lavadora, muebles. Lo mínimo que podíamos hacer era retribuirles”, explica Cayola. Agrega que es una ofensa para sus parientes no invertir en la boda.

En total gastó unos seis mil dólares, considerando el resto de los detalles de la boda.

Por su parte, Humberto Olivares, un miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, indica que en su boda primó lo espiritual, pues asegura que los matrimonios en su iglesia “son para la eternidad”.

Para casarse por la Iglesia mormona, Olivares dice que se deben cumplir una serie de requisitos. En principio, él y su esposa fueron entrevistados por su obispo y el presidente de estaca.

Además, no todos sus invitados “eran dignos de entrar al templo mormón” donde se llevó a cabo el enlace. Es por eso que la selección de invitados fue difícil.

Ya en la recepción que ofrecieron en un salón, invitaron a la mayor parte de sus amigos, a quienes pidieron que vistan recatadamente.

Durante la celebración no se subió demasiado el volumen de la música, mas sí tocaron toda clase de géneros.

Además, los presentes pudieron degustar de una serie de bocaditos, pero no de bebidas. “La alegría se sentía, sin necesidad de beber”, detalla Olivares.

Para amenizar más la noche, la familia de la novia preparó una coreografía folclórica que fue aplaudida por los asistentes.

El novio dice que el presupuesto que invirtió en su boda no superó los dos mil dólares. Los conocidos de su esposa permanecieron en el salón hasta no más de la medianoche, a diferencia de la celebración de Diego Cayola, cuya fiesta se extendió hasta casi las cuatro de la madrugada.

Además, al día siguiente, Diego y su novia realizaron el tradicional “conteo de regalos”, que terminó en otra celebración, esta vez en la casa de sus padres.

LOS EVANGÉLICOS

Las celebraciones nupciales de los cristianos evangélicos son aún más cautelosas, pues entre otras cosas, según afirma una integrante de esta religión, María Sánchez, los novios no pueden incluir en la fiesta alcohol, Coca Cola, ni “ritmos mundanos”.

Las bodas de los cristianos evangélicos, según explica, son precedidas por pastores que se encargan del ritual.

La pareja cristiana evangélica intercambia anillos, entrega las arras y se pone un lazo. Asimismo, el pastor predica sobre el matrimonio.

Posteriormente, la recepción social tiene, habitualmente, música instrumental de fondo. En algunos casos, según señala María, otros hermanos que conoce optan por contratar a un grupo cristiano que toca música en vivo.

“De ninguna manera tocan canciones sin contenido”, añade.

En otros casos, afirma María, para amenizar más la fiesta, los novios organizan juegos, como “simón dice”, el juego de las sillas, entre otros.

Como la finalidad es más de entretenimiento, María dice que una boda simple no cuesta más de 1.500 dólares.

LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ

“Nuestras bodas son modestas y planificadas”, concluye Juan Camacho, a manera de definir este ritual a través de la Iglesia a la que pertenece, la de los Testigos de Jehová.

Añade que no realizan ningún tipo de ritual, únicamente los novios participan de una conferencia, respaldada en la Biblia, en la que se les habla del matrimonio. Esta simplicidad, según explica, se respalda en 1 de Corintios 16:40, que indica “(...) pero que todas las cosas se efectúen decentemente y por arreglo”.

Al ser un acto especial, los testigos de Jehová admiten alcohol, pero con bastante moderación. Asimismo, no hay mucho control con la música, aunque la mayoría cuida que no tenga contenido grosero. Su inversión, no supera los tres mil dólares.



DETALLES

Desde la empresa “Solo Novios” se informó que hay bastante demanda de sus servicios por parte de parejas cristianas, y es que ellos son bastante detallistas con la decoración del salón, aunque no les gusta lo extravagante.

Contratar este servicio incrementa de cierto modo el presupuesto para la boda. Aunque, más allá de los mandatos de cada religión, el verdadero presupuesto de la boda depende de las exigencias de los novios. Algunos, por ejemplo, prefieren ahorrar en la fiesta y destinar ese dinero para su luna de miel.˚

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