jueves, 25 de septiembre de 2014

Piraí Vaca se casó con `Jack ´

“Los formalismos fueron suplantados por lo que de verdad nos toca el corazón”, dice Piraí Vaca, que unió su vida a la de Jacqueline Labardenz de la forma más especial, concentrándose en lo simbólico.

La ceremonia espiritual fue en la iglesia La Pompeya, presidida por el padre Hugo Ara, y la celebración se trasladó al taller de Lorgio Vaca, papá del novio, el mismo lugar donde se gestó el mural que Santa Cruz reinauguró ayer por su efeméride.

Asistieron 100 invitados, vestidos de blanco y embelesados con la decoración de Quito Velasco, que a pedido de la novia colgó lucecitas en los árboles y el techo, como fiesta de pueblo, y llenó el lugar de flores ilusión, blancas y delicadas.

Se casaron el 20 de septiembre, en la misma fecha en que se dieron el primer beso, hace cuatro años, cuando se conocieron bailando. “La vi en un boliche y me llamó la atención su sonrisa; intenté acercarme tres veces, pero la timidez me hacía regresar a la silla”, dice Piraí, quien logró cruzar unas palabras con ella y sacarla a bailar, algo que los apasiona, y desde entonces no abandonaron más la pista.

A los pocos días de conocerse, ella le dijo: “Vas a ser Pi”, dejándolo sorprendido con el cambio de identidad; sin embargo, tres años después, terminó firmando como `Pi´, y él comenzó a llamarla Jack.

Después solo hubo lágrimas de felicidad y amor.

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