sábado, 21 de febrero de 2015

Eduardo y Fernanda. La joven diseñadora de modas unió su camino al de su amado.

Con el mismo talento de siempre, pero con la emoción más grande en el pecho, a Fernanda Haderspock nuevamente le tocó diseñar, pero esta vez su propio vestido de novia.

Envuelta en un halo de muy buen gusto, pero priorizando la comodidad para sacar partido a su noche tan especial, lució el fruto de su inspiración, en el tradicional blanco y con bordados en todas partes. La novia también hizo los vestidos de su madre, de su suegra, y de las damas (en total 28 piezas), de tal modo que su sello estuvo presente en todas partes.

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