jueves, 5 de noviembre de 2015

Sirenas vestidas de blanco

Una vez más, la diseñadora de moda Jacqueline Conley se entrega a su pasión, la creación de vestidos de novia. En ese afán, para este 2015 y 2016, esta paceña presenta su trabajo, la colección Novias de ensueño.

“Se exponen 200 trajes que han sido confeccionados en Los Ángeles, California”, comenta mientras repasa uno a uno los níveos y perlados géneros. Tafetán de seda, organzas y encaje de guipur forman vaporosos vestidos, que a momentos destellan. Son los cristales Swarovski y la pedrería de los bordados que adornan cada traje.

Con esos detalles, Conley crea sombras y luces. “El blanco, color de un vestido de novia, muestra lo que una quiere esconder. De blanco se notan todas las imperfecciones del cuerpo. No es como el negro que estiliza la figura y disimula. Por eso, juego con la luz que resalta detalles y con sombras que esconden”. Las sombras nacen de bordados, aplicaciones de guipur, drapeados o tableados y van en caderas, cintura y busto para afinar la figura femenina.



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