Antes de crear un vestido, los diseñadores toman en cuenta ciertas características físicas como la estatura, el largo de cuello, el talle, el ancho de cadera, lo esbelto de la espalda, entre otros. Pero también insisten en dar forma a vestidos que muestren lo último de la moda.
La diseñadora cruceña Erika Weise considera que se debe jugar con ambos aspectos, lo actual y lo que va con la persona. “Este año, me atrevo a denominar a las confecciones para novias ‘Lo que el viento se llevó’, porque los trajes son más opulentos, más elaborados”, comenta.
A diferencia de años anteriores, los vestidos de novia son llamativos, vaporosos, evocan los trajes de reinas y se caracterizan por colas y velos largos. No faltan los encajes y bordados por todas partes.
Daniel Ghetti, otro reconocido diseñador boliviano, señala que en la moda nupcial mandan los falsos encajes bordados con perlas. Éstas van sobre una tela transparente y cubre partes estratégicas del cuerpo femenino. “Da la impresión de que la novia está desnuda en la parte superior y, en la parte baja, lleva amplias faldas. Son diseños contemporáneos y a la vez modernos”.
Ambos coinciden en que la tendencia del momento rompe lo estructural y clásico también para los novios. La propuesta es atrevida y sugiere un cambio en los colores. Es momento de dejar los grises y negros por otros tonos. “Hay que probar las gamas de los azules y el cobalto, un tono medio verdoso que queda bien y es combinable”, asegura Ghetti.
En resumen, la moda va y viene, y en ese mundo de posibilidades los especialistas te invitan a que te atrevas a jugar con lo nuevo.
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