lunes, 30 de mayo de 2016

Glamur inglés con sabor español en la boda de los Wellington

A punto estuvo la novia de tener que abrir el paraguas antes de entrar en la recoleta iglesia de la Encarnación de Íllora, en Granada, después de que una tormenta que asemejaba a inglesa prologara una de las bodas del año. Lady Charlotte Wellesley llegaba del brazo de su padre, el duque de Wellington, aclamada por más de un millar de vecinos que la saludaban con vítores. Eran las seis y diez de la tarde, cuando, no sin esfuerzo para que el velo no se le enganchara, salió del coche luciendo un vestido blanco roto de escote barco y sobrecuello en forma de corazón invertido. El ramo estaba confeccionado con flores y ramas de olivo de la finca La Torre.

El novio, el magnate colombiano Alejandro Santo Domingo, de gris, llegaba minutos antes eclipsado por el Rey Don Juan Carlos que saludaba con traje de chaqueta azul y corbata turquesa a un pueblo que le aclamaba.

La duquesa de Cornualles, elegantísima con un vestido blanco con pequeños volantes y flecos, se mostró en todo momento muy sonriente en un municipio que ha visitado en varias ocasiones a lo largo de su vida con el príncipe Carlos de Inglaterra alojándose en la finca La Torre la finca familiar que España regaló al primer duque de Wellington por su ayuda contra los franceses en la Guerra de la Independencia. En esta ocasión, Camila acudió sola y se la pudo ver departir animadamente a la salida de la ceremonia religiosa con el Rey Emérito.

Andrea Casiraghi y su esposa, Tatiana Santo Domingo, sobrina del novio, ataviada en negro con motivos dorados, llegaban en un microbus de la decena que trasladó a los invitados desde los hoteles de Granada en los que se han alojado, incluido el Parador de San Francisco de la Alhambra en el que el viernes por la noche se celebró un ágape que fue la antesala del que ayer se vivió hasta altas horas de la madrugada en La Torre, con aproximadamente 250 invitados, mayoritariamente jóvenes ingleses y americanos amigos de los novios.

Una empresa granadina de catering fue la encargada del menú, de fuerte raíz andaluza y servida en platos de cerámica granadina. Además de los invitados, una carpa específica habilitada para la ocasión acogió a responsables y operarios de mantenimiento que han colaborado con los novios en los preparativos de la boda. También se montó un escenario en el que hubo más de una sorpresa que encandilaría a cualquier aficionado al pop actual.

James Blunt, con traje negro y corbata celeste, y la modelo Eva Herzigová, verde y zapatos beige con adornos florales, completaron la lista de rostros famosos en una celebración en la que destacaron los variados y bellos motivos españoles de los trajes elegidos por las damas para acompañar a los Wellesley.

La ceremonia religiosa fue concelebrada en inglés y español por el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, y el obispo anglicano de Londres, Richard Chartres. Momentos de emoción los que se vivieron dentro de la iglesia del siglo XVI obra de Diego de Siloé, con músicos entre los que estuvieron el coro de la Orquesta Ciudad de Granada.

Los vecinos, y algún visitante como Maureen, irlandesa que disfrutaba del jolgorio y de la feria de la tapa que celebraba Íllora, lo dieron todo dando olés y haciendo palmas a los invitados que, en la alfombra roja que se convirtió la cuesta Hospital que llevaba a la parroquia, se hacían selfies y parecían entusiasmados pese a que la lluvia apretaba a ratos.

Pero ante todo Antonia de Prusia, madre de la novia, y sus hijos pudieron disfrutar de una jornada inolvidable en la que finalmente lució el sol, con banderas de España, Reino Unido y Colombia adornando los balcones de Íllora.

El primogénito del duque de Wellington, Arthur Gerald Wellesley, conde de Mornington, era sin duda uno de los más emocionados de la mano de su bella mujer, la modela Jemma Kidd. Fue él quien presentó a su hermana Charlotte a su su marido, Alejandro Santo Domingo, que, tras una intensa vida amorosa en Nueva York, sienta la cabeza para entrar en una de las casas más destacadas de la nobleza inglesa.



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