lunes, 11 de septiembre de 2017

Aciertos para los invitados



Una boda no es una fiesta más, es historia y tradición, y ser parte de esa celebración es un honor. ¿Ya recibiste la invitación? Sea la boda en un lugar religioso o en el jardín de una casa, la invitación determinará la formalidad o informalidad de la misma y la que todo invitado debe seguir.

— ¿Qué es el código de vestimenta para una boda?

— Simplemente se refiere a la manera en que los novios desean que sus invitados se vistan ese día tan especial. Es una guía que determina ropa formal, informal, gala, esmoquin, traje oscuro, etiqueta rigurosa, etc. Si en la invitación no viene una etiqueta señalada, existen factores a considerar: naturaleza de la celebración, la costumbre local, la hora y el lugar.

— ¿Quién decide el código de vestimenta?

— Los tiempos han cambiado y si bien antes eran los padres —anfitriones de muchas tradiciones— los que invitaban, actualmente son los novios. Si la etiqueta es específica, inequívocamente los asistentes deben utilizarla para no infringir el carácter obligatorio del evento. Los novios, en ocasiones, son más flexibles y permiten a sus invitados un “opcional”, haciéndoles notar que un traje oscuro sería apropiado, pero no determinante. Sin embargo, es recomendable que los novios sean claros al codificar la vestimenta, pues de esto dependerá que sus invitados se sientan seguros y no fuera de lugar, así como también no se lleven ninguna sorpresa el día tan esperado.

— ¿Cómo debo vestir?

— Como regla básica: corto de día, largo de noche. Si la invitación es formal de día, los varones con traje oscuro de corte clásico y corbata, en tonos azul marino, gris oscuro o marengo. Por la noche, smoking o traje negro con corbata delgada negra. Las damas, vestido corto o de cóctel (no más de cuatro centímetros por encima de la rodilla) en tonos claros para día y para la noche traje largo o de cóctel elegante. Si la celebración es informal de día, las damas pueden ir con un traje corto sencillo y los varones con traje oscuro (o combinado en el verano). Para la noche, las damas un vestido de cóctel, un innovador enterizo (jumpsuit). Limiten los tacones a no más de ocho centímetros y reserven los escotes y espaldas descubiertas para la novia.

— ¿Qué colores lucen mejor?

— Los neutros de día y más vistosos de noche; escógelos con absoluta libertad. El blanco desde siglos, por tradición, es el color que conlleva un concepto de pureza e inocencia; por tanto, está reservado para la novia. Lo mismo pasa con los tonos de la gama de los blancos (marfil, gris, plata, beige o champán), se debe tener mucho cuidado para no ensombrecer ni incomodar a la novia, principal protagonista. El negro está siendo utilizado ahora más que antes y es aceptable, siempre y cuando guarde proporción con la formalidad de la boda y que de ninguna manera luzca como luto.

— ¿Y los accesorios?

— Los accesorios son opcionales y se los lleva si son necesarios. Las pamelas o sombreros y las flores, por ejemplo, son perfectos para una boda a mediodía porque protegen del sol. Los tocados, más llamativos con pedrerías y cintas para la noche, se llevan al lado derecho. En todo caso, cualquiera de éstos se utilizan de principio a fin. En cuanto a los bolsos, los de mano quedan mejor.

No hay duda de que para una boda el único papel de los invitados es aceptar, o no, la invitación, ser puntuales, comprar el regalo, y agradecer a la pareja y a los padres de los novios. Es importante respetar la etiqueta impuesta por los novios, hay que cumplirla a cabalidad.

¡Vivan las bodas!

PILAR RICHARDSON ESCRIBE LA COLUMNA SEÑORA ETIQUETA, DONDE COMPARTE SUS CONOCIMIENTOS SOBRE ETIQUETA Y PROTOCOLO, NORMAS PARA UNA GRATA INTERACCIÓN SOCIAL.

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