lunes, 11 de septiembre de 2017

Lo que era mío, ahora... ¿es nuestro?



Acabas de unirte a tu pareja y, además de pensar en gastos caseros y cotidianos, llegó también la hora de planear proyectos mayores como una vivienda, un auto o un viaje. Todo es posible con dos aspectos: confianza y respeto, por un lado, y compromiso, por el otro. Recuerda, ya son dos.

Todo empieza por sumar salarios y decidir cuán transparentes serán al respecto. ¿Le revelarás tu ingreso mensual? “Lo deseable es que (para abordar este asunto) exista mucha y profunda confianza, y a la vez, comunicación. Ambas deben ser recíprocas y la pareja jamás debe llegar a caer en comparaciones, competencias u optar por el individualismo”, reflexiona la psicóloga Tatiana Jáuregui.

Cuando hay un plan de vida conjunto, lo que implica saber y conocer con quién lo estás formando, la confianza y la buena fe deben primar. Así será claro desde un inicio que deben compartir las obligaciones económicas, afirma el psicólogo Juan José Vargas. “Para los gastos de la casa pueden hacer un presupuesto: el que gane más, aporta más. Además consignar un monto al mes para asuntos de salud, emergencias y gustos”.

Unir las finanzas completamente también es posible. El economista Nelson Contreras resalta que este modelo es apto para quienes llegan al matrimonio o a la convivencia sin activos personales altamente significativos y también para jóvenes recién egresados de la universidad. “Ambos deberán tener una cuenta conjunta para gastos compartidos y metas de ahorro”, dice, pero cree que adicionalmente es posible administrar “una cuenta separada, para cada uno, y así disponer de dinero para actividades personales”.

Ya sabes, planifica la economía como “nuestra”, de este factor también depende el futuro de tu relación.

Libres de tabús. Tú y tu pareja son un equipo, donde el manejo de finanzas es tarea compartida.

Nada de secretos. Después del matrimonio o de mudarse juntos, tu pareja se convierte en un socio financiero.

Definir roles. Llega a un acuerdo sobre los gastos del hogar; si uno aporta más, o los dos en montos iguales.

Ahorros. Sumen cuánto dinero hay para gastos y ahorro, esto crea un plan.

Procuren tener un seguro médico. Disminuye el impacto financiero de una enfermedad, un accidente o una muerte.

No gasten más de lo ganado. Sean claros sobre lo que disponen para gastar y para los gustos.

Fuentes: Tatiana Jáuregui (psicóloga / tatjaur@hotmail.com), Juan José Vargas (psicólogo / jota2psycho@gmail.com), Nelson Contreras (economista / yopresupuesto.com)

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