martes, 11 de septiembre de 2018

Regalo de bodas



Era el amanecer del domingo 9 de julio de 2017 cuando Camilo Rendón caminó por la nieve crujiente de la cúspide del Huayna Potosí para arrodillarse ante su novia Flavia Cruz. Ahí abrió la pequeña caja que contenía el esperanzador anillo de compromiso. De esa manera comenzó esta historia de amor y aventura que no terminó solamente en el matrimonio, sino que siguió cuando los ahora esposos volvieron a la cima del nevado y llevaron a cabo —el 11 y 12 de agosto— una sesión de fotos de posboda.

La petición de mano se hizo conocida a través de imágenes y videos que se viralizaron en las redes sociales, por lo que varios medios masivos difundieron la noticia. “Aparte de que los dos compartimos un gusto por la aventura y escalar la montaña, muestra todo lo que una relación debería tener: dificultades, el esfuerzo en conjunto, saber parar y saber continuar; pero, sobre todo, un fin común, que es alcanzar una misma cima juntos”, comentó Camilo en su muro de Facebook.

Entre las personas que vieron las publicaciones estaba la paceña Magdalena Tola, quien se especializó en producción de fotografías de bodas y desde 2016 buscaba los modelos para trabajar en un nevado. Por ello, cuando vio la imagen de Camilo postrado a los pies de Flavia, supo de inmediato que los había encontrado.

Después de contactarlos, Magdalena los citó en un café para proponerles hacer fotografías de posboda. “Les gustó la idea, porque Camilo pidió la mano de Flavia en la cima del Huayna Potosí y les interesó volver al mismo lugar”, rememora.

Mucho antes de inmortalizar los enlaces matrimoniales en fotografías, las parejas debían posar varias horas para que un artista creara una pintura, lujo que era exclusivo para la nobleza y la alta burguesía, indica una reseña de la web Fotovisión. La reina Victoria y el príncipe Alberto, de Inglaterra, fueron protagonistas de la probablemente primera fotografía de boda, publicada en 1854, aunque, en realidad, se trataba de una imagen lograda posboda, porque el retrato fue tomado 14 años después de que la pareja se casara.

Al recibir la respuesta afirmativa, Magdalena planificó el ascenso y comenzó con la contratación de Sergio y Juvenal Condori Vallejos como guías, debido a que son expertos escaladores de montañas. A pesar de que era temporada alta de visitantes, en la reunión de coordinación se definió que la subida al Huayna se realizaría a mediados de julio. No obstante, en este tipo de aventuras se deben tomar en cuenta tres aspectos —explica Sergio—: el terreno, el factor humano y la meteorología. En este caso falló el último elemento, pues cayeron copiosas nevadas en el occidente del país. Sergio revisó toda la noche las páginas que informan del pronóstico del tiempo, la comitiva esperó hasta último momento, pero el cielo plomizo los convenció de que no era el momento adecuado para emprender el viaje. “No es chiste, no es como ir a El Prado; subir a la montaña con equipos y con los novios era muy comprometedor”, reflexiona.

Con la venia de todos, la expedición fue reprogramada para el 11 y 12 de agosto, por lo que se tomaron en cuenta todos los factores, con el fin de que no hubiera más imponderables. Semanas antes, Magdalena subió al nevado para hacer un croquis de los lugares donde iba a tomar las imágenes, mientras que Sergio consiguió que los esposos Pedro y Pascuala Quispe, además de su hijo Iván, aceptaran ser los porteadores del grupo, es decir los encargados de llevar la comida, la ropa y los equipos necesarios para subir a la cúspide.

En esta ocasión, el tiempo fue benigno, sin lluvias ni nevadas, así es que, a las 10.00 del sábado 11, un minibús blanco transportó a los esposos Camilo y Flavia, a Magdalena, a los guías Sergio y Juvenal, y a la familia Quispe al campo base del Huayna Potosí (ubicado a 4.620 msnm).

Como la mayoría de las delegaciones, el grupo arribó aproximadamente a las 16.00 al campo alto (5.130 msnm), cenó y durmió hasta la medianoche, pero, en comparación con los demás, que salieron a la 01.00 para alcanzar la cima al amanecer, el equipo de la posboda partió a las 03.30 con la intención de ser los únicos en estar en la cúspide del nevado.

“(En la ascensión) me acordé de mi anterior subida; obviamente, sin el peso (anímico) de llevar el anillo esta vez, pero con los nervios de que se hicieran buenas fotos y de que todo quedara de acuerdo con las expectativas”, recuerda Camilo. “En mi segundo ascenso he apreciado detalles que no había visto antes. He disfrutado mucho de los paisajes”, cuenta Flavia.

Después de casi siete horas de caminata —tiempo en que se mezclaron el frío intenso de la subida con el calor del sol que con el transcurrir del tiempo se acercaba cada vez más sobre ellos—, el novio cambió el casco, la chamarra y los guantes impermeables por una camisa blanca, una corbata y su traje oscuro, mientras que la novia salió de la carpa con el vestido blanco del matrimonio con el que se había casado en mayo.

En la cúspide del Huayna Potosí (6.088 msnm), el cielo despejado y el sol pleno permitían contemplar la dentellada infinita de cerros, que en esta ocasión fueron los invitados especiales de una sesión de posboda, que comenzó hace un año con un anillo de compromiso y continuó con un sincero: “Sí, acepto”.







Pregunta antes de decir ‘sí’



Aunque no se trata de hacer un interrogatorio ni perseguir a la pareja con el afán de conocerla a fondo y develar sus más íntimos secretos, saber con quién realmente estás, es fundamental para tu bienestar y para la relación misma, más aún si están a punto de irse a vivir juntos o de casarse. En ese proceso hay temas que deben abordarse con el corazón en la mano; así lo recomiendan los especialistas en parejas. Esto no solo para dar la posibilidad de una unión o matrimonio estable y sólido, sino para reducir el riesgo de tener sorpresas desagradables en el camino.

Por eso, antes de dar el sí o hacer la maleta es importantísimo hacer algunas, aunque incómodas, preguntas. Y no se trata de cuántos ex tiene la pareja o cuántas veces se enamoró perdidamente, sino de cuestionamientos que al ser respondidos, uno sabrá qué terreno pisa, “más aún antes de casarse”, dice Elizabeth Ordóñez, psicóloga especializada en parejas. A continuación, mía te sugiere algunas preguntas que debes hacerle a tu pareja antes de aceptar ir al altar.

¿Tendremos hijos? Si lo hacemos, ¿estás dispuesto a cambiar pañales? ¿Dejará uno de trabajar para criarlos?


Las respuestas deben ser sinceras y poniéndose en el rol y en el futuro. Evitando respuestas ambiguas: ‘Podría ser’, ‘Ya veremos cómo se dan las cosas’. Es mejor ser directos y objetivos.

¿Las experiencias con las exparejas serán un problema?


Para empezar algo nuevo, los ciclos anteriores deben estar cerrados y sanos. Ambos deben entender que la pareja actual seguramente tiene un pasado amoroso y se debe respetar esa historia, recomienda Berth Hellinguer, creador de las Constelaciones Familiares.


Misma religión o diferentes creencias, ¿cómo vivimos esa fe y la transmitimos a nuestros hijos?


Si los miembros de la pareja profesan religiones diferentes, deben pensar si ambos continuarán su afiliación de manera separada. Además, si deciden tener hijos, es necesario hablar sobre la educación religiosa que se les dará.

¿Qué pasa con el dinero? ¿Tu deuda es mi deuda? ¿Y si alguno se queda sin trabajo?

El tema de las finanzas es uno de los más importantes, pero que la mayoría de parejas evaden. Es necesario plantear la repartición de gastos, según el sueldo de cada quien.

¿Cuánto invertirán en equipar la casa?

Parece una pregunta obvia. No lo es. Dialoguen sobre lo que comprarán para su hogar, un costo aproximado y el límite de gastos.

¿Qué tan importante es el sexo para ti?

Aunque no se trata de establecer una agenda, la sexualidad en la pareja, aún más si ahora vivirán juntos, tiene un ritmo, que puede cambiar. La experta en parejas aclara que es importante conversar sobre este tema, especialmente sobre los deseos de cada uno, así como la periodicidad.

¿Tus papás y los mÍos son parte de nuestra familia?

Probablemente ésta sea una de las preguntas más difíciles de responder con sinceridad, pero es necesario hacerlo porque de esta manera sabrán cómo afrontar una situación y si aceptar o rechazar una actividad con los suegros. Los progenitores son parte de la familia de origen, queridos e importantes, pero la prioridad es la nueva familia que se construye con los dos.

¿Cómo resolvían tus padres los problemas?

El éxito de una relación está basado en cómo se resuelven las diferencias, dijo Peter Pearson, fundador del Couples Institute. Esto debido a que todos están moldeados a las reacciones que aprenden de la familia de origen.

Fuentes: Con datos del New York Times y elizabeth ordóñez (Terapeuta de parejas)

Un vestido para cada tipo de cuerpo

Muchas hacen su elección basadas en su estilo propio, preferencias o tendencias. Sin embargo, es importante tener en cuenta que se puede lograr una mejor figura teniendo en  consideración el tipo de cuerpo que posee y cuál es el corte, escote y detalles que podrían favorecerla más.

Conocer el tipo de cuerpo que se tiene, según la clasificación en patronaje, te permitirá elegir el vestido de novia adecuado y lucir perfecta en la boda. Según los especialistas en corte y confección, existen cinco tipos de siluetas que rigen, aunque son muchos los estilos de novias. Romántica, clásica, moderna o atrevida; cada una quiere reflejar en su día lo especial y única que es. Uno de los retos más difíciles a la hora de organizar la boda soñada es encontrar ese vestido que conmoverá a la novia, cautivará al novio y hará suspirar a las invitadas.

Muchas hacen su elección basadas en su estilo propio, preferencias o tendencias. Sin embargo, es importante tener en cuenta que se puede lograr una mejor figura teniendo en consideración el tipo de cuerpo que posee y cuál es el corte, escote y detalles que podrían favorecerla más.

Para Walkiria Verde, experta en matrimonios y planificadora de bodas, “elegir el vestido de novia es una experiencia que toma tiempo dependiendo del estilo de la pieza. Hay que recordar que es el foco principal de toda la celebración y es necesario consultar e informarse con expertos para tomar una decisión acertada”, asegura.

Para orientar a las novias en el proceso de selección va una clasificación de los vestidos según el tipo de figura. No sin antes dar otra recomendación importante que es poner especial cuidado al escoger la ropa interior, ya que puede ser la aliada perfecta para crear curvas o disimular imperfecciones. También los accesorios juegan un papel protagónico para lograr ese look nupcial perfecto. “En una boda, cada elemento por más pequeño que sea, es fundamental para hacer realidad la visión de la novia”, afirma Isabella Wallis, organizadora del Estadeboda Show 2017.

Cuerpo tipo pera o con forma de triángulo



 Si los hombros son más angostos que la cintura y cadera, se tiene una figura con forma de triángulo. Lo que se debe buscar es un equilibrio en las proporciones del cuerpo, y para ello se debe enfatizar la parte superior, con un escote de un hombro, sin tirantes o con cuello en “V”. Los cortes indicados para el cuerpo tipo pera son el imperio, la silueta en “A” y el corte princesa.

Cuerpo con forma de triángulo invertido


 En el caso de que el ancho de los hombros y pecho sean superiores a la cintura y cadera, el cuerpo es considerado un triángulo invertido. Para llevar proporción a la figura se deben buscar siluetas que acentúen a las caderas y dirijan la atención a las piernas. Las faldas amplias con apliques para crear volumen y cinturas ceñidas favorecen considerablemente este tipo de cuerpos.

Cuerpo con forma de reloj de arena

 Si hombros y caderas son aparentemente proporcionales entre sí, la figura es equilibrada; un cuerpo con esas características tiene la forma de reloj de arena. Por lo que en general, casi todos los diseños y estilos de vestidos se ajustan a esta figura. Sin embargo, un vestido corte sirena o tubo que se amolde a las curvas o un escote que deje los hombros o la espalda al aire, es perfecto.

Cuerpo tipo manzana o tipo redondo

 Esta silueta se caracteriza porque la cintura no está marcada y/o sobresale en comparación a las medidas del busto y la cadera. Lo más acertado son vestidos con cintura alta y el escote de corazón o en “V” son las mejores alternativas. No es recomendable vestidos muy entallados, ni con demasiados adornos. Los cortes que favorecen son el corte imperio y silueta en “A”.

Cuerpo con forma rectangular

 Todas las medidas tienen la misma proporción, por lo que es importante resaltar la cintura, y la mejor manera es con un vestido sin mangas o de hombros descubiertos. El escote más favorable es en “V” con bordados y detalles que estilicen y alarguen el cuello. Evitar escotes de cortes rectos, redondos y sencillos. Los tipos de vestidos deben ser el corte imperio o silueta en “A”.

Corte princesa, marca la cintura.

Corte imperio, va debajo del busto.

Sirena, ceñido y amplio en el ruedo.

Fiesta, cuello Halter y faldón en corte plato.

Modelo denominado vaina columna, con escote corazón

Diseño con cintura vasca o en V y falda en A.


Todas elegantes en la boda



Una boda trae consigo el afán del vestido, seas una invitada y más aún si eres la novia. Para todas la pregunta: ¿cómo iré vestida ese día?, tiene muchas respuestas como opciones, siempre cumpliendo con la elegancia que tal evento amerita, ya sea primera o segundas nupcias, en casa o en un salón, religiosa o civil.

Para las invitadas, el largo es sinónimo de sobriedad y formalidad, flores y rayas para el día, y brillos para la noche recomiendan las asesoras de imagen, quienes además aseguran que hoy el uso de colores en los trajes “casi” no tiene reglas. Y ese “casi” es porque el negro no es el más indicado para una boda de día ni los estampados para una fiesta de noche.

Para las novias también hay sugerencias; desde vestidos hasta pantalones, unos blancos y otros beige, algunos trajes largos y otros cortos... Varias opciones para las segundas nupcias y bodas civiles que se celebran en 2018 y 2019, aunque la tendencia no ha cambiado mucho.

Los ajuares con telas como gasas y tules transparentes, y el romántico encaje siguen vigentes por su delicadeza, igual que los apliqués con pedrería bordada que siempre dan al traje de novia, un destello de brillo.

Fotos: GAIA Producciones

Diseños: Wara Núñez (boda religiosa), Nardy zapata (boda civil)

Mmaquillaje: Cinthia Quiñovel

Modelos: Helen Petrova, Daniela Roca y Brigitte Azogue Céspedes





De punta en blanco hacia el altar



Para todo gusto y estilo, la propuesta de las casas de moda y diseñadores bolivianos es amplia. Los modelos van desde los clásicos vestidos largos y vaporosos hasta los cortes sirena con escotes.

No es todo, los palazos y enterizos han tomado protagonismo en las celebraciones de boda, lo mismo que los pantalones acompañados de corsés, sean éstos para las segundas nupcias o para la ceremonia civil.

Lo importante, además del tipo de ceremonia para la elección del traje, es ver si el modelo es sentador. No en vano dicen: “que la moda no incomode”. Y claro, un vestido no solo debe ser lindo sino quedarle perfecto a la novia, potenciando sus dotes físicos y disimulando los que no lo son, recomienda la asesora de imagen Alurah. “En función del cuerpo de cada mujer, hay determinados tipos de corte que le sentarán mejor que otros”, dice. Estos modelos los puedes encontrar en este Especial de novias, pues mía te muestra, según tu tipo de cuerpo, los modelos que te quedarán perfectos para ese gran día o para la inolvidable noche.

Otro detalle importante que consideran los entendidos en moda, en especial en moda nupcial —además de la estructura corporal—, es el estilo de la novia y el tipo de celebración. Por ejemplo, si ella y su fiesta son tipo boho, lo mejor es que el vestido tenga también aires hippies.

En cambio, si es una mujer clásica, entonces los trajes elegantes y nada recargados son una buena opción, y para ello el género que mejor refleja ese espíritu conservador es el encaje. Pero si ella es puro romance, los modelos amplios con tules y gasas evocarán esa dulzura.

Lo realmente relevante es que esa novia se vea radiante y se sienta única.

FOTOS: Pedro Laguna, Miguel Carrasco, Alejandra Rocabado.





Detalles de la pedida de mano



Tú y tu amor decidieron casarse. Hubo la propuesta de matrimonio y la entrega del anillo. Pero ahora toca hacer oficial el compromiso y ese paso protocolar es la denominada pedida de mano, que tiene reglas de formalidad, aunque esto depende de cada pareja.

Hace años, la petición de mano se caracterizaba por ser el momento en que el novio solicitaba permiso a la familia de su novia para casarse con ella. En muchos casos, era la ocasión para que él le entregue el anillo de compromiso, siempre frente a todos los familiares, quienes acompañaban a la pareja con un brindis, para luego comenzar la organización de la boda.

Hoy, las cosas han cambiado. El novio le pide matrimonio a su novia dándole el anillo de compromiso de una forma romántica y original. Una vez que tiene el “sí, acepto”, los novios organizan la pedida de mano protocolar con los familiares de ambos.

Esta costumbre está profundamente arraigada en la sociedad boliviana y tiene un gran significado para los novios y sus familias, ya que desde ese día tendrán un fuerte lazo en el que ambos están asumiendo un compromiso; con o sin anillo, haya o no boda, ambos están presentando su amor y su decisión de unión a los familiares, haciendo oficial su intención de convivencia y público el enlace. Sin duda, esta reunión es importante para que los papás y familiares de ambas partes se conozcan y compartan.

Aquí van siete tips para que la pedida de mano sea inolvidable.


Sobre el protocolo

¿Dónde? Lo ideal es que la reunión sea en casa de la familia de la novia; pero en caso de que el lugar sea pequeño, puede hacerse en un restaurante o en un salón.

¿A quiénes se invita? A la familia directa de ambos (padres y hermanos solteros, por regla general). También los casados y los abuelos, si se desea.

¿Qué servir? Lo recomendable es una cena, con aperitivos y bocadillos antes del plato principal, y champán para el brindis.

¿Cómo vestir? Al ser una ocasión formal, los hombres deben de ir de traje oscuro y las mujeres de vestido de cocktail o traje sastre. Si es una reunión informal, entonces la ropa debe ser en esa línea.

Orden. Se estila que antes de cenar, el padre del novio se dirija al padre de la novia y luego el novio, para pedir su consentimiento con la unión.

Discurso. No se necesita un texto escrito, basta la sinceridad y las palabras emotivas.

Fotos. Esta reunión es propicia para una sesión de fotos con la pareja y sus familias.

Con datos de: bodas.com.mx, elblogdeunanovia.com


Decoración floral: de salón a palacio



La decoración floral es la primera impresión que se lleva el invitado a cualquier evento, considera Mauricio Poma, de Espacios Verdes.

Así, el objetivo de sus trabajos en bodas, aniversarios y eventos hasta los corporativos es lograr que se cree una sensación de “sentirse a gusto”.

Para esto utiliza todo tipo de flores, sin importar la temporada —es posible hacer pedidos de cualquier variedad que el anfitrión elija—, desde las tradicionales rosas, que están de temporada, pasando por los lirios y orquídeas, hasta las menos conocidas. Todas y cada una de éstas tiene su valor decorativo. Poma recuerda, por ejemplo, la ocasión en que empleó kantutas para una pasarela de trajes.

“Podemos transformar un salón en un palacio”, afirma el representante de Espacios Verdes. Por eso, sugiere, es importante ponerse en mano de los especialistas, quienes se encargan de que techos, lámparas, vajilla y hasta las alfombras conjuguen armoniosamente con las flores, para crear el impacto deseado.

Después de todo, la decoración floral es, junto a la comida y la música, fundamental para garantizar un evento exitoso.

¿Cómo saber si se ha logrado el objetivo? Pues la aprobación en este caso viene de la mano de un suspiro.

Tips

Jardín. Para decorar exteriores se recomienda flores de colores fríos (violeta, púrpura y morado).

Noche. Lo ideal es elegir colores suaves, como los pasteles, perla y otoñales.

Fragancia. Lo óptimo es conocer a los invitados, pues podría haber alguno con alergia; en caso de no ser posible, lo más sensato es elegir flores sin fragancia.