sábado, 6 de septiembre de 2014

Año par y la iglesia son decisivos para los matrimonios

Casarse en año par, elegir una iglesia determinada, y hasta bailar con mariachis pueden determinar la buena fortuna en un matrimonio, según la costumbre popular. Estas tradiciones se renuevan en la fusión de las culturas tradicionales con las foráneas.
Todo matrimonio es un ritual de paso importante en la vida del ser humano por eso está cargado de simbología, explica David Mendoza, antropólogo y técnico de Patrimonio Inmaterial de la Alcaldía de La Paz.
"Casarse en los años pares es de buen augurio, como también escoger la iglesia donde se lo hace. Por ejemplo, la iglesia de San Sebastián es de buena suerte, en cambio la de San Francisco no es de buena suerte. Hay lugares específicos donde la gente no acude a casarse”, asegura.

La época del año más concurrida por todos los novios son los meses de verano y primavera. Septiembre, en Bolivia, tiene especial significado por estar relacionado a la juventud y al amor; de hecho es el mes cuando hay más matrimonios, según datos del Registro Civil.
Los matrimonios se acrecentan en los años pares. Según el registro del Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2011 hubo 20.099 matrimonios mientras que en 2010 fueron 37.686; en 2009 se registraron 31.662 y en 2008 la cifra fue de 48.809.
"La mayoría de estas tradiciones se las asume de una manera foránea, vienen de afuera y se las copian de diferente forma utilizando ciertos elementos católicos, occidentales y tradiciones andinos (…). Son nuevos consumos culturales”, dice Vida Tedesqui, responsable de Investigación en Folklore y Artes Populares de la Alcaldía de La Paz.

En el último tiempo se consolida otra tradición: luego de concluir con la ceremonia religiosa, al salir de las iglesias las parejas de recién casados bailan acompañadas del ritmo de la música de mariachis. Este festejo de la nueva vida se realiza en plazas o, también, afuera de la catedral o los atrios de las iglesia.
"A los recién casados les gusta bailar afuera de la iglesia, la música preferida es la de los mariachis y mejor si es en vivo”, asegura David Mendoza.
Otras parejas, después de la ceremonia y antes de acudir al local de la fiesta deciden acudir a un restauran para comer "un platito”. Generalmente acuden ellas con traje blanco y ellos de terno, junto a sus padrinos.

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