martes, 19 de abril de 2016

María Ingrid Gasser Ortiz y Javier Eduardo Carriel Peña quisieron que su boda se inspirara en la tierra portuguesa

El ingreso al salón Exhibición del hotel Los Tajibos se convirtió en una terraza con un cálido viñedo, donde los invitados hicieron una parada obligatoria frente a deliciosos vinos y variedad de quesos.
En la entrada hubo sillas flotantes sobre muros verdes, que esperaban para indicar el lugar a cada asistente.

Todo el cielo del salón también estuvo trabajado con una vegetación flotante; la pista de baile fue cubierta de mosaicos portugueses en tonos azules, y los jardines de orquídeas contribuyeron a realzar el romántico ambiente.

Es que María Ingrid Gasser Ortiz y Javier Eduardo Carriel Peña quisieron que su boda se inspirara en la tierra portuguesa, con ayuda de Florexótica lo lograron.

De ensueño
La ceremonia religiosa fue en la capilla Jesús Nazareno y el bailongo en el hotel Los Tajibos, bajo la batuta de Mia Boda Group, de Eliana Terrazas.

La novia fue vestida por Érika Weise con un diseño sobrio, pero con mucha fluidez.

La tradicional torta blanca tuvo detalles en negro y rojo, mientras que Sonia Arce, de Xocolatl, tuvo bajo su responsabilidad la elaboración de los chocolates que endulzaron la noche de los invitados.
Otro elemento sobresaliente fue la buena música, para todos los gustos. La Camerata del Oriente estuvo presente para los más exquisitos, mientras que los bailadores brincaron junto a las melodías de Ley C-K; DJ Kike hizo lo suyo para los momentos más tranquilos, como la cena

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