El secreto mejor guardado del palacio de Buckingham quedó expuesto a casi 2.000 millones de televidentes y a aproximadamente un millón de personas que vieron pasar el cortejo nupcial por las calles céntricas de Londres. Era el vestido de novia de Catherine Middleton, la novia del príncipe Guillermo, que gustó por dos simples razones: elegante y clásico.
Fue elaborado por Sarah Burton, de la casa de modas Alexander McQueen. Se trata de un diseño que combina tradición y modernidad. Está realizado en satén y gaza en tonos marfil y blanco, con una cola de 2,7 metros.
Para la diseñadora cruceña Érika Weise, se trata de un bello vestido clásico, que luce muy bien.
“Yo esperaba un traje que marque época, que cambie el concepto de los vestidos de novia, como lo hizo Diana, pero se inclinaron por lo clásico, parece que no se quisieron arriesgar”, dijo Weise.
Por su parte, Danner Luna, otro creativo local, manifestó que le sorprendió que de la casa McQueen salga un traje así, clásico, que nos recuerda al que usó Grace Kelly en su boda, pues ellos tienen un estilo algo gótico y vanguardista, pero coincidió en que se trata de una bella obra, bien definida y terminada, digno de una princesa.
Llevó una tiara Cartier
Otra incógnita que quedó despejada fue la diadema que usó ‘Kate’. Fue una Cartier de 1936, que fue un regalo del rey Jorge VI a su esposa, María, cuando aún no eran monarcas.
Después dicha joya fue obsequiada a Isabel II y esta se la prestó a la novia de su nieto, Guillermo, segundo en la sucesión al trono, detrás del príncipe Carlos.
La tiara que utilizó ‘Kate’ fue realizada en oro blanco y lleva engarzados brillantes y diamantes.
Elegantes. Guillermo usó un traje de la Guardia Real Inglesa, ella, un vestido de Sarah Burton, de la casa McQueen
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