La idea era salir de lo común y lo lograron. Vania Antelo y "Choco" Saavedra pidieron a Quito Velasco que les recreara un lounge en la Fexpo, como emulando a una discoteca, con bungalows incluidos, para que los 250 invitados se sintieran descontraídos al llegar de la misa en La Macarena.
El fucsia pisó fuerte, tanto en las flores como en las luces, para que la onda boliche juvenil se imponga.
No había mesas ni sillas y todos pudieron mirarse las caras, rompiendo los esquemas, gracias a una excelente visibilidad.
La organización de Gastón Serrano fue impecable como siempre, la música estuvo a cargo de DJ Kike y el grupo T con T, mientras que la comida hizo "pelar los ojos", la entrada fue strogonof de langostinos, el plato de fondo tortellini con salsa de cuatro quesos y el postre de Confetti llegó en forma de brownie con helado. Para continuar con la parte dulce, Manjar de Oro también gustó con sus chocolates.
Los invitados quedaron descontraídos, excepto la novia, que por lo visto no tiene tan magníficos modales, porque la bienvenida a la prensa se resumió en un “estoy emputada”
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