Cuando Andrei Rein, organizador de bodas en Berlín, piensa en unas bodas relajadas en verano, le viene a la mente la imagen de una antigua finca, un gran jardín y una barbacoa al aire libre. Y ya está viendo el vestido apropiado: debe ser romántico, informal y juguetón. "Tales vestidos van a marcar fuertemente la tendencia en 2015”, asegura Rein.
La característica más importante de la nueva moda nupcial es la abundante presencia de encaje. "Sin encaje prácticamente no hay vestido”, dice a su vez Susanne Sixtus, diseñadora de moda para novias. Como consecuencia, muchos vestidos están cerrados hasta el cuello, aunque el escote está cubierto de un encaje transparente.
"Este detalle hace que el conjunto tenga un aspecto sexy”. Sixtus también ha observado en las colecciones amplios escotes en la espalda, a veces también cubiertos de telas transparentes. Mangas largas de encaje elástico van a ser un foco de atención en algunas colecciones.
"Lo nuevo también es que estamos viendo telas suaves y fluidas”, dice la experta en moda nupcial. "El miriñaque rígido está pasado de moda”. Asimismo, la clásica línea A en los vestidos sigue estando muy de moda. "Esta línea oculta bien las zonas problemáticas de mujeres con muslos fuertes”, explica la asesora de moda Tina Kramhöller. Lo que marca la tendencia en estos vestidos es una cola especialmente larga, que compensa la forma angosta del vestido, agrega. Para las mujeres delgadas, Sixtus recomienda un vestido de corte sirena, que está muy ceñido y no se abre hasta después de la rodilla. La diseñadora también ha observado minivestidos blancos desenfadados con un amplio corte evasé. "Sin embargo, estos vestidos sólo son adecuados para novias muy delegadas y abiertas a la moda”.
Los vestidos de estilo boho con influencia hippie dan un aspecto muy romántico y juguetón. "Estos vestidos tienen un corte desenfadado, muchas veces con mangas largas de encaje, y a las mujeres les gusta combinarlos con cintas para el pelo”, dice Rein. Muchas novias completan el look con una corona de flores en el cabello. También hay novias que se casan descalzas, dice Kramhöller. "Este estilo hippie chic recuerda un poco a la boda de Kate Moss, donde las damitas de honor corrieron de un lado para otro con el pelo suelto desenfadado”, dice Sixtus.
Los colores de los vestidos de novia también se corresponden con el look romántico: Kramhöller ha visto algunos vestidos con tonos rosados, mientras que Rein ha observado en las colecciones tonos lavanda y lila. Las novias más atrevidas pueden llevar un vestido Marsala, un color rojo terroso que toma su nombre de un vino fortificado de Sicilia y que se perfile como el color de moda en 2015. "Sin embargo, la mayoría de las novias elegirá naturalmente los clásicos tonos champagne”, dice Rein. Según Kramhöller, ya no se ven tantos vestidos de novia con accesorios en colores fuertes como toque especial.
Ahora, los accesorios están integrados perfectamente en el look romántico: en lugar de bolsas duras hay bolsitas suaves. En el cabello se ven adornos como lentejuelas y perlas. El clásico velo sigue estando de moda, pero ya no tiene tanto protagonismo, como tampoco los severos peinados updo. Rein ve en su lugar más peinados con trenzas y rizos juguetones. "A estos peinados muchas veces se incorporan grandes adornos con forma de flores, a los que a veces está sujeto un velo”, señala Sixtus.
Rein recomienda, para conseguir un look perfecto, que la novia ya comience a buscar un vestido y los accesorios adecuados nueve meses o a más tardar seis meses antes de la fecha de la boda. "Al fin y al cabo, el vestido de novia es la tarjeta de visita de cualquier boda”.
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