domingo, 5 de julio de 2020

El “sí, quiero” en pandemia: bodas con barbijos y festejo por Zoom

Distanciamiento social, paneles separadores para evitar el contacto directo y ausencia de invitados caracterizan a los matrimonios civiles que se celebran de lunes a viernes en tiempos de Covid-19.

El martes a mediodía, una joven pareja se daba el “sí, quiero” por lo Civil, sellando su amor con un abrazo eterno y el cómplice beso de sus miradas. La ceremonia, que no duró más de 15 minutos, estuvo marcada por un estricto protocolo de bioseguridad, como el uso de barbijos y la única presencia de dos testigos que cumplían con el nuevo mandamiento del distanciamiento social.

“Teníamos que casarnos la próxima semana, pero dada la incertidumbre de la situación decidimos adelantar la fecha. La boda religiosa pensamos hacerla una vez que se nos permita realizar una ceremonia linda, en la que también puedan participar nuestros familiares y amigos, como hemos planeado”, relató la novia.

Un día después de que se emitiera el Decreto Supremo 4199, que declaraba cuarentena total en todo el territorio nacional contra la propagación del coronavirus, el Servicio de Registro Civil (Serecí) emitió un instructivo. “Se comunica la suspensión temporal de todos los matrimonios cuya celebración se encontraba programada a partir del domingo 22 de marzo”.
Con medidas de bioseguridad se celebran las uniones civiles en cuarentena.

La noticia cayó como balde de agua fría a Cinthia, quien había planificado su matrimonio con Óscar para el sábado 29 de marzo. “Teníamos todo listo, desde vestido hasta local, la amplificación y la torta. Además era ideal porque este es año par, pero no contábamos con el coronavirus”, contó la novia que tuvo que suspender todo debido a la pandemia.

“Como todo es tan incierto, hemos parado todo. Sólo queremos casarnos y ahora que se puede ya tenemos todo listo para el viernes 10 de julio, que es nuestro aniversario de cinco años de novios. Será una ceremonia sencilla en el Registro Civil, ahora me preocupo en buscar un barbijo lindo”, comentó Cinthia entre risas.

El sí con barbijos

Según la oficial de Registro Civil Remmy Escóbar, decenas de paceños se vieron obligados a suspender sus casamientos con motivo de la cuarentena sanitaria obligatoria. No obstante, los matrimonios volvieron a comienzos de junio con la flexibilización, aunque no con la misma intensidad que antes debido -dijo- a las medidas de bioseguridad vigentes para este tipo de ceremonias.

“Una vez que se ha entrado a la cuarentena dinámica, hemos empezado a celebrar algunos matrimonios que habían sido postergados y reprogramados. Aproximadamente, estamos celebrando entre unos seis y ocho matrimonios semanales, pero antes este número era mayor”, indicó Escóbar, que es responsable de una Oficialía de Registro Civil en San Miguel, de la zona Sur paceña.

Y es que el protocolo de seguridad sanitaria para estos actos exige el uso de barbijos, el cumplimiento del distanciamiento físico y otras medidas de bioseguridad: “Antes de ingresar a las oficinas del Registro Civil, siempre se tienen que desinfectar e inmediatamente se pasa a la celebración. Todo el acto se lleva a cabo con mascarillas y los novios solo pueden estar acompañados de sus dos testigos; los familiares esperan afuera”, explicó Escobar.
Los barbijos son ahora parte imprescindible para los novios en el Registro Civil.

El Decreto Supremo 4245, aprobado el 28 de mayo de 2020 por el gobierno de Jeanine Añez, sobre la aplicación de la cuarentena dinámica mantuvo la prohibición de circulación tanto de vehículos como de personas durante los fines de semana. Restricciones vigentes a día de hoy. Por esta razón, los matrimonios que tradicionalmente se celebraban los sábados, ahora se hacen cualquier otro día de la semana: “Las bodas se están llevando a cabo únicamente de lunes a viernes”.

“ 55 invitados por zoom”

Celeste Valdez y Vladimir Roca lo tenían todo listo para celebrar la boda de sus sueños el pasado 18 de abril. Ya habían reservado y pagado todo: desde los trajes de ambos hasta el local y los grupos que harían vibrar y bailar con su música a los más de 150 invitados. Pero, de repente, la Covid-19 se interpuso y tuvieron que cancelarlo todo menos una cosa: la ilusión.

“Iba a ser en la casa de campo del Colegio Médico. La llevábamos planificando desde diciembre y estábamos deseando compartir ese día con los familiares y amigos más cercanos, tanto de mi esposo como míos. Pero no lo hemos podido hacer como teníamos planificado debido a la pandemia”, señaló Valdez.

Cuando el 22 de marzo se impuso la cuarentena total en todo el país, la pareja pensó en que lo mejor sería postergar la boda hasta que todo volviera un poco más a la “normalidad”. Pero la cuarentena se alargaba cada vez más.

“Queríamos casarnos sí o sí de una vez”, dijo Valdez. Y agregó: “Buscamos la manera de hacerlo en algún lugar, pero no había posibilidades en ningún lado. Todo estaba cerrado. Gracias a la doctora del Registro Civil, que nos ha ayudado, tiempo después hemos podido conseguir que se lleve a cabo la ceremonia”.

Así, el viernes 19 de junio, luego de una semana de confirmar que podrían casarse ese día, Celeste y Vladimir se dieron el tan anhelado “sí, quiero” en un acto íntimo y sencillo, pero “muy especial”. Lo hicieron con la sonrisa cubierta y frente a un panel de cristal que evitó cualquier tipo de contacto directo con la funcionaria que llevó a cabo la celebración de su unión.

“No tuvimos tiempo de preparar nada… Tampoco podíamos hacer una celebración con nuestros seres queridos. Al acto no pudieron entrar nuestras familias porque, por protocolo, solo podían entrar los testigos”, contó Valdez. Sin embargo, muchos otros invitados pudieron estar presentes gracias a la tecnología.

A través de la pantalla, la pareja pudo sentir el calor y el cariño de algunas de las personas que forman parte de sus vidas y sus mejores momentos. La ceremonia, que duró unos 45 minutos, fue transmitida en vivo por la testigo de ella a través de la plataforma virtual Zoom.

“A mi mejor amiga, que fue mi testigo, se le ocurrió la idea un día antes de la boda. Teníamos unos 55 invitados conectados y ella nos leía los comentarios que nos iban dejando”, sostuvo Celeste, quien aseveró que fue una experiencia “inolvidable”.

“Con seguridad, puedo decir que ha sido inolvidable. Además que ha sido muy emotiva porque ellos, de algún modo, estaban ahí, detrás del celular. Fue bien bonito, bien significativo”.

Tanto ella como su esposo esperan ya que llegue el día en que las mascarillas y el distanciamiento social puedan ser superados y sustituidos por el típico arroz, los pétalos, los abrazos y los bailes.

“El matrimonio religioso va a tener que ser sí o sí un gran festejo, como el que siempre hemos querido, vamos a esperar que llegue ese día ”, afirmó ella entre risas. “Ese día iré con mi vestido blanco”, aseguró.


“Nos casaremos... algún día”

Cristóbal Machaca y María del Carmen Rojas se casaron por lo Civil el pasado 18 de enero. La fecha elegida para el matrimonio religioso era el 3 de mayo, sin embargo, la noticia de que las elecciones generales serían ese día les hizo adelantar el tan esperado momento un mes antes de lo previsto. Y movieron la fecha al 4 de abril.

Pese al corto tiempo, habían logrado organizarse y la primera semana de marzo ya lo tenían todo planificado y preparado para el gran día: “Lo de la Iglesia nomás nos faltaba, que nos llamen para ir a firmar los pliegos y entregar algunas invitaciones”, contó María del Carmen.

En eso estaban cuando el coronavirus llegó a Bolivia y con él la cuarentena total para evitar su propagación. El anuncio hizo que tuvieran que mover de nuevo la fecha de la boda, esta vez para el 25 de abril. Pero mientras más se acercaba el día, la cuarentena más se extendía.
Ocho bodas por Notaria se celebran cada semana.

“La señora del local nos informó que no estaba permitido realizar actos grandes y en la Iglesia nos dijeron que aún podíamos casarnos, pero con poca gente. El fin de la cuarentena no llegaba y ya no pudimos hacer nada. Ni siquiera hemos avisado a nuestros invitados de que la íbamos a suspender porque era obvio”, contó Rojas.

Entre complicaciones y postergaciones, la joven pareja de músicos se opuso a cualquier tipo de resistencia y decidió poner en pausa todas las reservas “hasta nuevo aviso”. Si bien soñaban con casarse este año, vieron que lo mejor era esperar un tiempo más.

“Iba a estar bien bonito y hay que seguir esperando ese momento”, manifestó Machaca. Por su parte, Rojas apostilló: “Es bueno esperar que todo se calme y se tranquilice porque entre las personas que más queremos también hay adultos mayores y no queremos ponerlos en riesgo”.

Conforme el tiempo los acerca cada instante un poco más a la ocasión perfecta para unirb su vida ante la Iglesia, ambos aprovechan los días para seguir planificando y ultimando los detalles del que, sin duda, será uno de los mejores momentos de sus vidas.

“Nos vamos a casar... algún día, estoy segura después de todo”, garantizó María del Carmen con la dosis de humor que tanto se precisa en estos tiempos de incertidumbre.


Matrimonios y Covid


Serecí El 22 de marzo, y en el marco de la cuarentena total en el territorio nacional, el Servicio de Registro Cívico (Serecí) suspendió temporalmente todos los matrimonios ya programados. Las celebraciones volvieron a autorizarse el 2 de junio bajo protocolos de seguridad.
Fiestas Debido a la pandemia, están suspendidos los actos festivos y todo tipo de reuniones que generen aglomeración de personas.
Cuarentena Mediante el DS 4276, aprobado el 26 de junio, el Gobierno amplió la cuarentena nacional, condicionada y dinámica, hasta el 31 de julio para enfrentar la pandemia.

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