La ceremonia, que tuvo un toque romántico, fue en la iglesia La Macarena. Después ofrecieron una fiesta a sus familiares y amistades, en el salón Exhibición del hotel Los Tajibos.
La decoración, obra de Quito Velasco, fue sobria, con muchos y bonitos detalles. Destacaban los cientos de rosas blancas, con hiedras verdes y velas con cristales en tono rojo.
La novia lució radiante con un vestido en tono crema con una cola de tres metros, elaborado con seda micado y encaje francés, obra de la diseñadora española Rosa Clará, traído a Santa Cruz por la tienda Rosa y Gris.
La fiesta, que duró hasta el amanecer, fue animada por el grupo Poker y el Dj Kike, y por La hora loca, que puso a bailar a casi todos los asistentes.
Los nuevos esposos viajarán a las playas de Cancún, para pasar allí su luna de miel
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