García y Fernández se comprometen ante el altar tiwanakota en una mediática ceremonía.
El vicepresidente Álvaro García Linera se casó con la presentadora Claudia Fernández, ayer sábado en Tiwanaku, en una ceremonia ancestral andina en las ruinas del lugar. Entre los principales invitados se encontraban el presidente Evo Morales, legisladores del oficialismo y los condecorados como Premio Nobel de la Paz, el argentino Adolfo Pérez Esquivel y la guatemalteca Rigoberta Menchú.
La novia lució un vestido de una pieza en base de bayeta de la tierra, elaborada por un diseñador francés, de color casi beige y el novio un traje sastre, color negro, tocado por motivos andinos a la altura del tórax.
El regalo del mandatario a García Linera, provocó sonrisas entre los asistentes, ya que se trataba de un “marsupio” o cargador para bebés. Por su parte, los novios compartieron el ají de fideo prometido y obsequiaron como recuerdo a los invitados un plato de barro, con las iniciales “C y A”, grabadas.
Fernández y García Linera llegaron por separado al evento. La novia ingresó acompañada de sus padres y el novio sólo estuvo acompañado por su progenitora.
Al dirigirse a García Linera, un chamán andino citó en lengua aymara los valores que median la unión y casi en tono de reconvención le dijo al vicepresidente su deber de cuidar a la pareja que llevaba al tálamo nupcial.
“A esta señorita vas a querer siempre. Solamente van a caminar juntos para siempre”, le dijo.
Al concluir la ceremonia andina, los amautas “limpiaron”, con saumerios y advocaciones ancestrales, el pasado sentimental de ambos, la pareja siguió el ritual de los 7 emplazamientos rituales, tras sellar su compromiso con un beso.
Posteriormente, los recién casados subieron a la Pirámide de Akapana, y caminaron por otros sitios hasta montarse en una balsa de Totora y, en compañía de un balsero munido de remos, discurrió por la Laguna Azul, bañada por aguas del legendario Lago Titicaca.
La diseñadora boliviana y empresaria de concursos de belleza femenina, Gloria Limpias, es la encargada de los arreglos del matrimonio religioso de este domingo que se desarrollará en la iglesia de San Francisco y anunció una ceremonia “tanto o más vistosa” que la que se vivió en Tiwanaku.
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