Con agendas tan diferentes, uno podría pensar que el matrimonio formado por George Clooney y Amal Alamuddin se ve una vez al mes. Sin embargo, el actor ha confesado en una entrevista al Daily Mirror el secreto para seguir tan enamorados como el primer día. «Nuestro acuerdo es que ninguno de los dos puede estar más de una semana fuera, y hasta el momento por lo general eso ha funcionado bastante bien», ha asegurado.
Parece difícil. Él, uno de los actores más cotizados en Hollywood y ella una de las abogadas más importantes en Derechos Humanos. Cada uno tiene su vida laboral al margen, y es algo que al actor le encanta. «Amal es independiente, su trabajo tan pronto la lleva a un continente como a otro. Intentamos cuadrar nuestras agendas en torno a nuestras carreras para estar lo más cerca posible", ha confesado Clooney.
El eterno galán, enamorado
Clooney asegura que«ahora es más feliz que nunca», y eso que nunca se le ha visto sin un bellezón al lado. Pero con la abogada inglesa de origen libanés, Clooney ha encontrado el amor. «Desde que la conocí hasta ahora, lo más importante para mí ha sido pasar el resto de mi vida juntos», añadió el actor.
George Clooney y Amal Alamuddin se casaron en septiembre del pasado año en Venecia, en una boda fastuosa que convirtió a la ciudad de los canales en el centro del mundo del cine durante cuatro días. «Cuando le pedí matrimonio, nunca lo habíamos hablado antes. Esperaba que ella se levantase y me llamara loco», ha confesado el actor.
Tras el enlace, Amal se cambió su apellido por Clooney y se ha convertido en una nueva celebridad, con sus virtudes y sus defectos. Clooney es consciente de lo que supone para su esposa, aunque cree que lo está llevando bien, ya que «no creo que piense en sí misma como una famosa, pero es difícil seguir tu vida normal perseguida por tanta gente».
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