La hija menor de los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia, que ocupa el cuarto lugar en la sucesión al trono, y O’Neill, que procede de una adinerada familia, hicieron oficial su noviazgo en febrero pasado. “Somos muy felices. Es un día muy especial para nosotros”, señaló la princesa.
“Magdalena y yo estamos juntos desde hace dos años y recientemente reuní el valor para pedirle que se casase conmigo. Afortunadamente, dijo sí”, añade su prometido, quien está aprendiendo sueco. La princesa declaró que “fue una proposición muy romántica e íntima”.
Hace tres años, Magdalena se había prometido con el abogado sueco Jonas Bergström, con quien mantenía una relación desde 2002, y se había especulado con su boda para otoño de 2010. Pero las publicaciones en la prensa sueca sobre las escapadas nocturnas e infidelidades de Bergström provocaron que el compromiso se rompiera en mayo del año siguiente. Fue entonces cuando Magdalena decidió mudarse a Nueva York, y conocio a su actual fiancé.
“Por ahora seguiremos viviendo en Nueva York debido a las actuales obligaciones de ambos. Sin embargo, no descartamos la posibilidad de mudarnos a Suecia a su debido tiempo”, dice la princesa, que ama caminar junto a su perro en el Central Park.
La Princesa, considerada una de las princesas más guapas y estilosas, es una de las mujeres de la realeza más solidarias. Además de trabajar en la Fundación para los Niños del Mundo (ONG fundada y dirigida por su madre, la reina Silvia) asiste a numerosas galas benéficas.
Un anuncio que llega tras haberse hecho público el rumor de un posible embarazo. La boda está prevista para el próximo verano.
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