Desde chiquitita soñaba con casarse en Grecia y, como no fue posible el viaje, se salió con la suya y trajo la magia de la tierra griega hasta Santa Cruz.
Gloria Parra unió su vida a la de Eduardo Valdés. La ceremonia religiosa se llevó a cabo en la iglesia La Macarena, mientras que la civil fue en Los Tajibos y la fiesta en el salón Exhibición del mismo hotel.
El lugar fue decorado por Quito Velasco, que transportó a los invitados hasta la nación europea con el fruto de su inspiración, mientras que Alejandra Dorado veló por cada detalle del acontecimiento.
La música estuvo a cargo del grupo Poker, que incluyó en su repertorio un fragmento de Zorba el griego.
La luna de miel comenzará el 15 de abril en el Caribe y, previamente, la novia dio una muestra de su felicidad e ilusión con el nuevo hogar, contagiando del mejor buen ánimo a los presentes, que se iluminaron con su enorme sonrisa de recién casada
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