Sin importarle el “qué dirán”, la duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart, de 85 años, la aristócrata con más títulos nobiliarios en el mundo y una de las mujeres más ricas de España, se casó ayer con un funcionario del Estado 25 años más joven que ella, en medio del fervor popular en la andaluza ciudad de Sevilla.
Haciendo gala una vez más de su escaso apego a los convencionalismos sociales, Cayetana, dio el "sí quiero" a Alfonso Díez, de 60 años, en la capilla de su residencia sevillana, el Palacio de las Dueñas, en una ceremonia íntima a la que asistieron menos de 40 invitados.
La aristócrata, con el fin de vencer la oposición de sus hijos a su tercer enlace, decidió el pasado julio repartir en vida sus millonarias posesiones, a razón de cien millones de euros por cabeza más sus casas y palacios.
A la boda asistieron cuatro de los seis hijos de la duquesa, ya que la más pequeña, Eugenia, fue ingresada ayer en una clínica de Madrid debido a un brote de varicela, mientras que Jacobo no viajó a Sevilla alegando un viaje inaplazable.
Tras la ceremonia, Cayetana de Alba, con un vestido color rosa pálido realizado por los modistos sevillanos Victorio y Lucchino y zapatos de Pilar Burgos, salió con su ya esposo, Alfonso Díez, a las puertas del Palacio de las Dueñas para saludar al numeroso público allí congregado.
Fiel al carácter rebelde que la ha caracterizado toda su vida, la duquesa no dudó en quitarse los zapatos y arrancarse a bailar descalza al son de unas sevillanas.
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