Atrás quedó la ostentación innecesaria. Hoy, la decoración de salones apunta a un uso sutil y elegante de los elementos. Por ejemplo, si antes se estilaban esos glamorosos y enormes centros de mesa, hoy la corriente aconseja una delgada botella de vidrio con una flor.
Sergio Pando, fotógrafo especializado en bodas, refleja en sus imágenes las últimas tendencias. Salió de circulación el mantel liso con otro más pequeño encima; ahora se utiliza sólo uno, y con texturas y pliegues.
Las sillas de plástico con funda son símbolo de mal gusto, a no ser que lo pida la decoración (foto arriba). Lo in son las chivari de madera, que si bien son más caras, son elegantes.
La decoración debe tener unidad. “Un estilo Fernando XV es clásico y formal, se pueden colgar lámparas del techo en el centro del salón, colocar muebles de época de manera que todo esté fusionado”, explica Mauricio Poma, responsable de Espacios Verdes.
Diseño
El minimalismo está de retirada en la decoración de bodas. Las gasas y telas que forman rozones están fuera y han sido sustituidas por las flores. El vidrio de las vasijas se ha reemplazado con el fierro.
Vajilla
Todo el año dominó el uso de la vajilla blanca en formas triangulares o cuadradas. Ahora llega la moda de platos con agujeros y con diseños en varios tonos (puntos o líneas de colores).
Bodas diurnas
Es difícil jugar con la decoración en una boda diurna, dado lo complicado que es conseguir una carpa en la que se puedan poner plantas y flores. Sin embargo, si has decidido hacerlo, las decoraciones frutales están a la vanguardia para esa hora, pues le dan al ambiente un aire vital.
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