A las 10:30 de ayer, en la capilla del asilo San Ramón, en una ceremonia religiosa se casaron Juan Bautista, de 75 años, con Emilia Peña, de 76 años, y Macario Angulo con María Elena Chavarría, ambos de 82. Los novios recibieron sus aros de boda tras medio siglo de estar casados por lo civil.
Las novias, aunque no se vistieron de blanco, lucieron sus mejores prendas. Los novios llevaron traje y corbata. A la ceremonia asistieron 255 abuelos, de los que la mayoría eran mujeres.
Juan Bautista y Emilia Peña, quienes ingresaron al asilo en enero de 2012, recordaron cómo se conocieron. "Fue en una fiesta de fabriles, un sábado de hace más de 50 años”, dijo Bautista.
Su esposa Emilia confesó que la conquistó su forma de ser. "Bueno, educado y cariñoso, por eso me animé a casarme con él”.
El enero de 2014 cumplen 50 años de casados por lo civil y el único hijo que concibieron murió asesinado, recordó Bautista.
A diferencia de esta pareja, Macario y María Elena tuvieron cinco hijos, 15 nietos y 10 bisnietos. Ellos ingresaron hace seis meses al hogar por voluntad propia. "Prefiero estar en un hogar, así no intervengo en las decisiones de mis hijos”, dijo Angulo.
En el asilo, su esposa María Elena encontró paz. "Tenemos tranquilidad, leemos y tomamos mate con las madrecitas”, dijo con un sonrisa dibujada en su rostro, a tiempo de confesar que no se casaron por lo religioso por "descuidados”.
Estas parejas son las únicas que viven en el hogar San Ramón, según la madre superiora María Hilda Arteaga.
"Aquí se les motivó a la religión; ellos están bien conscientes de que es tener primero a Dios en su vida para tener gozo, entonces, eso les impulsó a casarse por lo religioso”, afirmó Arteaga.
A diferencia de otros adultos mayores, las parejas recién casadas tienen su propio espacio.
San Ramón recibe donación
El hogar San Ramón recibió ayer en su 104 aniversario un cheque por 100.416 dólares del embajador de Japón en Bolivia, Hidehiro Tsubaki. El monto servirá para la remodelación del ambiente que ocupan las abuelas, además de la compra de estufas y equipos médicos.
"Para que nos acepten la donación tuvimos que dar el 13% sobre los 100.416 dólares, unos 10.000 dólares; hemos hecho un gran esfuerzo”, dijo la responsable del hogar.
En San Ramón hay 14 religiosas y 22 empleados que atienden a los abuelos. El interno de mayor edad es Víctor Párraga Rosales, de 107 años, oriundo de Valle Grande, Santa Cruz.
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