Posteriormente, la pareja se trasladó hasta los puentes Trillizos para cumplir con la tradición paceña de cruzarlos luego de contraer nupcias y atraer la buena suerte en el matrimonio.
Los novios comenzaron su recorrido a pie en el primer puente, situado en el barrio Llojeta, pasaron por San Jorge, cerca de la residencia presidencial, y terminaron en Alto Obrajes ante la mirada atenta de cientos de ciudadanos, entre ellos militantes del Movimiento Sin Miedo (MSM), quienes con pancartas y banderas acompañaron al edil paceño y a su flamante esposa entre aplausos, dándole tinte político al acontecimiento que se convirtió en una fiesta popular, que incluyó una pequeña entrada folclórica, con temas típicos del oriente y occidente de Bolivia y hasta mariachis, todo bajo la coordinación de Wálter Gómez, oficial mayor de Culturas de La Paz.
Ese fue el único momento que Revilla y Ribera compartieron de cerca con el pueblo. Luego se fueron a Mallasilla, en la zona sur de la ciudad, para ofrecer una recepción social a sus invitados en el Club de Golf, donde el ingreso a los medios de prensa fue restringido.
Revilla, por sus compromisos laborales, entre ellos una reunión la próxima semana con los transportistas para evaluar la elevación de precios, descartó totalmente la posibilidad de realizar un viaje por su luna de miel
No hay comentarios:
Publicar un comentario