La novia, de profesión ingeniera ambiental, apuntó todos los detalles de cuántos invitados tendría, cuánto combustible gastarían ellos para su traslado, qué volúmenes de gases tóxicos generaría este movimiento, cuánta energía se usó para la preparación de la comida, y buscó una medida paliativa para todo ello.
La respuesta, fue entregar un recuerdo útil y ecológico para los invitados: un pino limón, una especie forestal conocida por ser uno de los mejores purificadores de oxígeno.
“Nuestra boda tiene una huella de carbono de 4.5 toneladas de CO2 considerando transporte, alimentación y energía. Podría ser compensada con la plantación de tu arbolito, nuestro recuerdo de boda. Si cada invitado se une a esta causa, la huella de carbono de cada invitado será neutral en aproximadamente 8 años”, decía la tarjeta -en papel reciclado- que acompañaba el obsequio.
LO MEJOR Las bondades de este pino limón se acomodaron a la ocasión y la intensión del regalo, esta planta se adecúa tanto a los jardines como a las macetas en los departamentos, su tamaño puede mantenerse en un metro, en un lugar cerrado y crecer hasta 2 metros en lugares abiertos.
Pero además resultó ser mucho más económico que otros recuerdos de boda, ya que cualquier otro obsequio, que muchas veces es archivado o desechado le costaría entre 50 y 100 bolivianos, en cambio cada planta tuvo un costo -al por mayor- de 10 bolivianos (1.4 dólares aproximadamente).
Entre algunas de las medidas para reducir la contaminación se eliminó todo lo desechable y fue reemplazado por materiales biodegradables y ecológicos.
Inicialmente se eliminó todo platillo, vaso o material de plástico o desechable. Para los adornos de las champaneras, por ejemplo, se utilizaron ramas de lienzos rústicos y delicados, en el porta aros se reemplazó la almohadilla y las flores artificiales por un soporte de yute y flores naturales, entre otros.
REFLEXIÓN El plus del recuerdo matrimonial y de todos los detalles en general, es haber permitido a los invitados un momento de reflexión sobre el impacto ambiental generado por cada actividad que las personas realizan, pero además que estos invitados puedan extender o por lo menos comentar la iniciativa a sus familiares y amigos.
Detalles para centros de mesa con madera, tierra y musgo
Los centros de mesa fueron otro detalle que llamó la atención. En lugar de canastas, que luego se botan y al juntarse con toda la basura generan más contaminación, se utilizaron soportes de madera, cortados de pequeños troncos.
Los envases de plástico, o vidrio para las flores fueron reemplazados por pequeños platos de barro que contenían tierra y musgo.
Los platos de barro, además de ser reutilizables ya sea en la cocina o decoración de los departamentos, luego de romperse no generan ningún impacto negativo al medio ambiente ya que son hechos con arcilla.
Con esta iniciativa se eliminaron todos los desechos de los arreglos florales, pero además la tierra y el musgo permite que las flores permanezcan por más tiempo bellas.
Una torta que elimina el uso excesivo e inútil del azúcar
Para los novios la tradicional torta, decorada con extravagantes baños fondue, resultaron ser un gasto excesivo e inútil de azúcar. Entonces buscaron varias opciones que eliminen este gasto insulso, pero que además que se vea atractivo.
La respuesta a su preocupación fue la elaboración de nudle cakes, pequeños queques dulces semejantes a porciones de torta. “No había necesidad de cortar y todo se podía comer”, contó Anel Rojas, la novia.
Para mejorar la presentación de este sustituto de la torta, se prepararon nudle cakes en diferentes sabores, que permitieron obtener diferentes colores para un armado en varios pisos que resultaron ser más atractivos que una torta convencional.
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