Al contrario de lo que algunos novios podrían pensar, no sirve cualquier tipo de zapato, especialmente si se trata de una boda más clásica. En estos casos, la opción perfecta y apta para todo tipo de trajes y/o chaqué, van a ser los zapatos negros lisos de piel con cordones, modelo Oxford. Insisto en que sean lisos, porque son los más elegantes y aunque es cierto que algunos modelos pueden llevar perforaciones, debes tener en cuenta que cuantas más lleven, el zapato tendrá un aspecto más informal, por lo que no es aconsejable, según el tipo de boda que se celebre.
Olvídate de los zapatos con hebilla o de los mocasines, que aunque te puedan parecen muy bonitos, que sin duda lo son, no son nada apropiados para este tipo de celebración. Este modelo de zapatos tan solo se reservará para las bodas más informales, como las que se celebren en el campo o en la playa. En estos casos, pueden ser de color marrón y se permite incluso el zapato deportivo.
En cuanto a los zapatos de charol, están reservados exclusivamente para las galas de etiqueta en las que se exige el frac.
Recuerda que los zapatos deben lucir siempre limpios y en perfecto estado para asegurarnos un look ideal en todo momento. Llevar un zapato sucio o descuidado puede arruinar definitivamente cualquier look y no importará para nada el resto del atuendo, por estupendo que sea, sólo se fijarán en “esos” zapatos.
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