Tienen secretos, pero para sorprenderse. Hermes Aponte preparó una coreografía, con ayuda de amigos, a Lauren Wille, que ni se la soñaba.
Por su parte, ella alistó unas imágenes y armó una presentación emotiva, que despertó en él una avalancha de recuerdos y emociones.
Todo sucedió en Torre Alas. En la planta baja se desarrolló la unión cristiana, a cargo del pastor Rolando Hurtado, que ha sido como un padre para la novia. Después vino la fiesta, en el salón de eventos del mismo edificio.
Los 300 invitados bailaron al ritmo de Ley C-K hasta la madrudaga y compartieron la felicidad de la pareja, que saborea las mieles del amor desde la etapa más inocente.
Se conocieron en el kínder del colegio Alemán. A los 16 años se arreglaron y el primer beso fue todo un suceso: “Éramos tan amigos que no dejábamos de reír de tan chistoso que nos parecía”, recuerda Lauren.
Enamoraron por ocho años, soportaron el peso de la distancia por los estudios, y ahora están listos para afrontar todo.
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