Cuando se trata de familias reales, todas las bodas nos recuerdan a cuentos de hadas en versión S.XXI. Pero cuando se trata de la familia real de Mónaco, los Grimaldi, el nivel de glamour, fastuosidad y ensoñación se multiplican por mil. ¿Qué tendrá esta familia para hacer que todos los enlaces sean tan maravillosos? Para empezar, siempre tienen dos enlaces: uno por lo civil y otro religioso. A los que acuden un sin fin de invitados entre los que se mezcla lo mejor de cada casa y por cada casa entendemos, casas reales y casas de moda. Porque los Grimaldi presumen de tener en sus eventos a la crème de la créme de los invitados: príncipes y princesas europeos, diseñadores, artistas...
Y el domingo, el enlace por lo civil de Pierre, el menor de los Casiraghi, y su novia desde hace 8 años, Beatrice Borromeo, no podía ser menos. Su historia ya en si misma es como un cuento de hadas: heredero de la familia Grimaldi, conoce en la universidad a hija de conde, de ilustre familia y con prometedora carrera periodística por delante y, el resto -como se suele decir- es historia. Son guapos, son jóvenes y forman parte de la familia que es sinónimo de lujo y glamour.
El enlace por lo civil ha sido en el mismo Palacio Grimaldi y de ahí, la familia y los invitados se han trasladado al ya tradicional Cavagnëtu en los jardines de alrededor de la piscina. En esta garden party han podido jugar a la petanca.
La ceremonia civil ha contado con la presencia de 70 invitados, los más cercanos a la familia. Beatrice llegaba en un maravilloso Bentley blanco, perfecto para un día de verano con el Mediterráneo de fondo en plena Costa Azul.
Para el “pic-nic”, el cáracter íntimo de la ceremonia se esfumaba dando paso a la llegada de todo tipo de invitados hasta completar un aforo de 700 personas que llegaban, muchos de ellos, ataviados con el traje regional de su país de procedencia (o inspirados en las vestimentas típicas tradicionales), por expresa petición de la pareja.
Pastis, champagne, petanca y cucaña para un perfecto día de campo entre amigos y viñedos. Nadie da una fiesta como los Grimaldi y más si se trata de una boda. Concretamente, de la primera de las dos que tendrán Pierre y Beatrice. Este ha sido su primer “sí, quiero”, por lo civil. El segundo, será el sábado 1 de agosto en una ceremonia religiosa.
Y cuando cae la noche en los jardines de palacio, ¿dónde hay que ir a continuar la fiesta? Al club entre los clubes nocturnos, al Jimmy’z, donde tenía lugar el Baile de la Cruz Roja, o lo que es lo mismo, la post-boda de Pierre y Beatrice.
Una novia‘Valentino’
La novia ha sabido guardar la expectación sobre el diseño que elegiría hasta el último momento: sólo 24 horas después del enlace se filtraban las primeras imágenes de la pareja y lo hacía la maison Valentino desde las redes sociales. Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli han confeccionado este diseño, una versión de una de sus creaciones de Alta Costura primavera/verano 2015, en exclusiva para la ocasión. En rosa pálido con una capelina de encaje y falda de encaje brocado y seda, Beatrice combinó el sencillo vestido con una corona de flores y blanco y malva a juego con las que adornabas el ramo y el balcón desde el que salieron a saludar.
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