Si crees que no estás hecha para el amor, quizá se deba a que aún no hallaste a la persona indicada y no eres una ‘espantanovios’. Sin embargo, también existe la posibilidad de que tú misma hayas bloqueado relaciones, ya sea porque la otra persona no era para ti o por otra razón relacionada con tu madurez emocional.
“Si bien hay conductas que espantan a posibles parejas y que se deben evitar apelando al sentido común, debemos ser conscientes de que una relación no sólo depende de los sentimientos, sino que necesita de una comunicación fluida, el ejercicio de la libertad, el compromiso, la empatía y la negociación”, explica la psicóloga Susana Cortez.
“Algunas personas tenemos un estereotipo marcado de lo que es una relación y, al no cubrirse nuestras expectativas, somos incapaces de adaptarnos a la realidad. Esto acrecienta la frustración y nos impide construir en pareja”, agrega el psicólogo Rodrigo Quenta.
Teniendo en cuenta de que no es que debemos ser como los demás quieren que seamos, sino que existen algunos comportamientos que podemos cambiar para mejorar nuestra capacidad de socialización, te mencionamos algunos rasgos que pueden hacer que la otra persona pierda el interés en ti.
Sentimiento de posesión
La libertad es uno de los bienes más preciados del ser humano. Por ello, cuando una persona no le deja oxígeno a la otra, la falta de espacio puede terminar por aburrirla. “Aunque te ame, si vulneras su libertad, le estás haciendo daño”, agrega Quenta. “El amor inmaduro es el que no concibe que la otra persona puede divertirse o pasarla bien cuando no está en pareja. Al final es desgastante y promueve el estancamiento”.
Una de las formas más dañinas de posesión son los celos, peor si ves potenciales rivales hasta en la sopa. “Esto sólo denota inseguridad en ti misma, lo que demuestra nuevamente que el problema eres tú. Claro, salvo que la otra persona sea descaradamente coqueta, en cuyo caso estarías perdiendo tu tiempo”, señala Cortez.
El control, peor aun cuando recién se está comenzando una relación, puede ser una causa de rechazo. “Las personas aprecian mucho su privacidad y una temprana invasión a su espacio personal puede ser muy mala señal, por más que del otro lado sólo se intente demostrar interés. Revisar celulares, carteras, billeteras y otros, por más que se originen por inocente curiosidad, se consideran como una severa violación al espacio personal”, agrega Quenta.
La superioridad
Otro comportamiento que lleva a la ruina a una relación es la sed de competencia. Cuando cada conversación es una oportunidad para discutir y demostrar quién tiene la razón, quién es más maduro o quién sabe más, la caída libre es inminente.
Una relación implica construcción y la búsqueda conjunta de la perfección, no es una carrera donde haya que humillar al perdedor. “Si lo que quieres es mostrarte superior a tu pareja, debes preguntarte: ¿A quién tengo que impresionar? ¿Por qué? ¿Hay algo que deba probarme a mí mismo?”, interpela Cortez.
Por el otro lado están las personas que lo que buscan es colgarse del éxito de alguien, ostentar su belleza, su juventud o su dinero. Por ello andan exhibiendo a la pareja como un trofeo. “Hacer esto es deshonesto y denigrante. Es una clara señal de baja autoestima y de escasa capacidad para progresar”, expone Quenta.
Por eso, antes de declararte ‘espantanovios’, debes reconocer si has sido sincera en lo que buscas de una relación. Sólo las respuestas claras te abrirán el verdadero camino hacia tu realización sentimental.
Mamá o enfermera
Dicen que un hombre busca una figura materna que lo cuide, pero estás en un error si te involucras con alguien sólo para protegerlo porque está desvalido, o para curarlo del alcoholismo. No eres ni terapeuta ni enfermera ni su mamá.
La desesperación
Muy mala señal si eres de las personas que ni bien conocen a alguien, ya están haciendo planes para la boda. Esto muestra que sólo te interesa salir del solterío, no importa con quién. Al final, la decepción será aplastante.
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