Siempre juntos. Ana Numberg y Karel de Graaff dan cada día gracias a Dios por mantenerlos unidos y a la tecnología por haber actuado de cupido en su relación
En el 2005, una prima me dijo que le ayude a registrarse en la página www.msn.match.com para encontrar pareja, cuando vi la foto de Karelito quedé encantada y le dije: yo también me registro y así fue. Después busqué la foto de Karel y le escribí, no sabía que decía en su perfil porque estaba escrito en holandés, pero dije: debe saber inglés y le escribí en ese idioma, intercambiamos e-mails y le mandé una foto. A él le encantó, continuamos escribiéndonos, haciéndonos preguntas”, recuerda Ana Numberg sobre el inicio de su historia de amor.
“Pienso que fue la mejor manera de conocernos ya que al no vernos físicamente tuvimos la oportunidad de preguntar todo y vale mucho la manera cómo te expresas y piensas, eso hace que te imagines cómo es esa persona. Por ello en todo el tiempo de enviarnos e-mails nunca nos dijimos te amo o te quiero, porque para ello primero tienes que verte con la persona.
Todo esto comenzó en la segunda semana de marzo de 2005, Karel me propuso venir dos veces a Bolivia, entonces planifiqué mis vacaciones en septiembre, busqué hotel y lugares para mostrarle. Vino por una semana porque no sabíamos como iba a ser el encuentro, la siguiente semana yo juraba como abogada y le dije que se quedara porque eso era importante para mí, no dudó ni un segundo en decir sí, se quedó por dos semanas más.
En ese tiempo ya hablamos más seguido por teléfono y chateábamos mucho. Él regresó en diciembre y pasamos Año Nuevo juntos para conocer más de nuestras costumbres. Antes de regresar a Holanda me dijo que quería que yo viaje a su país para conocer su cultura. Mi primer viaje al viejo mundo lo hice en abril, por 24 días, Karel me dijo que podía venir a vivir a Bolivia en diciembre 2006 y dejar todo, que podía retirarse de su trabajo, porque tenía los medios para sustentarse hasta que llegue la edad de jubilarse. Esperar hasta fin de año sin vernos era mucho tiempo y me invitó nuevamente, regresé a Holanda en agosto por un mes, en esta segunda visita ya hablamos de matrimonio y de venir a vivir definitivamente a Bolivia, porque para mí iba a ser mas difícil el idioma y mi madre en ese tiempo estaba con vida; entonces Karel me dijo: Ana yo quiero que seas feliz, tú no puedes dejar a tu madre, toda la vida has vivido con ella, quiero que seas feliz porque si tu eres feliz, me haces feliz a mí. ¿Bello no?
Al fin nos casamos
Llegó Karelito en diciembre de 2006 con todo, hasta sus muebles en un contenedor. En enero de 2007 nos casamos, fue una boda pequeña pero muy romántica en el hotel Yotaú. Nuestra luna de miel la pasamos en Roma.
Somos una pareja muy feliz y ejemplo para otras parejas amigas, con Karelito hemos viajado mucho por Europa. Él me dice: mi trabajo de todos los días es hacerte feliz, construir un paraíso en la tierra para vos. Por eso celebramos todos los 12 de cada mes con una cena en La Suisse, este 12 de enero cumpliremos seis años de matrimonio.
Karelito sale sin mi a la calle solamente cuando estoy muy ocupada y es al super a hacer compras. Me dice: Ana el momento que yo salga el viernes o alguna noche solo, quiere decir que anda mal nuestro matrimonio.
Por eso somos felices y agradecemos a Dios por habernos conocido y sentir lo que sentimos.
En nuestra relación nunca hemos peleado, hay mucha comunicación y respeto. Si tenemos diferentes opiniones o deseamos decidir algo, él me escucha y yo lo escucho, es increíble cómo nos entendemos. Siempre nos decimos: eres mi vida, eres bello, eres todo para mi. Esas palabras son nuestro alimento.
